Altos estándares

Sus estándares para tender la cama era tan altos, que nunca tenía el tiempo ni la energía para terminar de ejecutarlos, dejando así, la cama siempre medio destendida.

Eso sí, el día que la tendió, quedó tan bien que nunca más se atrevió a volver a dormir ahí.

Y con sus proyectos le pasaba lo mismo.