De un mundo al otro

A veces, cuando tengo el iPhone en la mano, me llega un reflejo (ya instintivo) de buscarlo en la bolsa derecha del pantalón. Y cuando la encuentro vacía me doy cuenta que ya estaba tan dentro de ese mundo: el otro mundo, que ya también buscaba una salida.

El día en que vivamos completamente sumergidos ahí, ¿cuál será la distracción para escapar por un momento?

Tal vez buscar la bolsa del pantalón, para ver si sigue ahí.