Diario de cuarentena
20:21 - Empiezo a tener un poco de hambre.
20:47 - Abro el refri y no veo nada. Lo cierro.
21:15 - Vuelvo a abrirlo —ya con el hambre oficialmente confirmada— y, !sorpresa!: me encuentro un frasquito de aceitunas.
21:16 - Quedan cinco nada más. Y además resulta que son arbequinas.
21:37 - Tercer intento. Abro la puerta —ya con indicios de furia— y para mí desgracia: no veo nada.
22:01 - Abro la app de Deliveroo.
22:02 - Me siento mal por romper el confinamiento. La cierro.
22:15 - Sin muchas esperanzas, me doy un paseo por la despensa. Me encuentro una ración de fusilli De Cecco. Tal vez son dos.
22:16 - Abro la puerta por cuarta vez, esperando que esta sea la vencida. Un huevo, cuatro o cinco lonchas de jamón de pavo Campofrío, un triangulito de queso Tetilla de Galicia (traído aquí en tiempos previos al confinamiento, claro). Vuelvo a cerrarlo.
23:01 - Abro una última vez, ya más por habito que otra cosa. Me quedo mirando fijamente y de pronto la veo:
¡Un fusilli a la carbonara!
Publicado originalmente en Quarantine Diaries.