Pena de muerte
Hay veces que dejo un refresco con todavía la mitad de su contenido, y, para no desperdiciar, lo guardo con cuidado en el refrigerador sabiendo que es improbable que lo vuelva a sacar, pero es que, ¿quién tiene la sangre tan fría como para tirar una bebida refrescante en perfectas condiciones?
Unos días más tarde, cuando abro el refrigerador, me encuentro una lata de Coca Cola totalmente abandonada y entonces me pregunto: ¿quién es tan idiota como para seguir guardando este asqueroso liquido sin gas?