Querer, querer, no quiero
El otro día me preguntaron: «Y tú, ¿en dónde quieres que esparzan tus cenizas?»
Así querer, querer, la verdad no quiero. Prefería evitar toda la situación. Y tampoco estoy muy interesado en un lugar en particular.
Ahora, llegado a ese punto, lo de que te siembren junto con un árbol suena bastante mejor que estar encerrado en un frasco para toda la eternidad.