Kleenex de San Pedro
Últimamente tiendo a acumular todo tipo de servilletas y papel desechable en los bolsillos del pantalón. Es una especie de síndrome de Diógenes portátil. Lo que me preocupa es el día que llegue el juicio final y me vea obligado a dejar mis pertenencias en las puertas del cielo. Ahí se verá, ante Dios mismo, que no hice en esta vida más que acumular kleenex a medio usar, papel de cocina prácticamente limpio y varios tickets irrelevantes de la compra en el mercado.