De pensador a scrolleador
Si Aristóteles, Newton y otros grandes pensadores hubieran tenido una computadora en la palma de la mano, ¿habrían pasado tanto tiempo estudiando los fenómenos de la naturaleza? ¿O habrían caído en la tentación de pasarse el día scrolleando las fotos de las vacaciones de todos sus amigos y conocidos mientras se cuestionan si realmente están viviendo sus vidas al máximo?